HISTORIA

La historia comienza allá por el año 2002…
En el corazón del Noroeste Murciano, en un pequeño y precioso pueblo, galardonado como “Maravilla Rural de España en 2019”, CEHEGÍN; se encuentra una encantadora, y posiblemente, la más pequeña de las bodegas de España, en la que se conjugan lo tradicional con lo moderno, la magia de lo natural, de lo artesano, de lo auténtico, con el conocimiento puesto a su servicio de excelentes profesionales, y con un esmerado respeto al medio ambiente y a lo auténtico.
Una bodega que acaba de nacer de manera oficial, pero que lleva tras de sí, 19 años de trabajo, de pruebas, de buenos vinos y de Magia; magia que transmite su tierra, su clima, su altitud, sus consentidas bayas y las benditas energías que siempre han transmitido los propietarios y todos los amigos que desde el principio han participado en las vendimias y en el cuidado de tan excelentes uvas.
Al abrigo de lomas montañosas y huertas de olivos y almendros y junto a un bajo monte cubierto con una alfombra de romeros, tomillos, espliegos, manzanillas y otras plantas aromáticas; a una altitud de 537 m, escasez de precipitaciones y una apreciable oscilación térmica anual, con inviernos fríos y veranos muy calurosos, así como contrastes de temperatura entre el día y la noche, se encuentra esta pequeña finca.
La historia comienza allá por el año 2002, cuando se adquieren estas parcelas. Esto animó a recuperar la historia,  y por casualidades de la vida, se tuvo un encuentro con un octogenario viticultor que aún cuidaba unos viñedos propios, en ese mismo entorno.
Este ofreció sus sarmientos, y tras la poda y con una cuidada selección, se preparó el terreno y se importó esa planta autóctona a las tierras de las actuales viñas. 
Con la primera vendimia, tras un prensado manual y un tratamiento exquisito, se elaboraron esas 6 primeras botellas, de las cuales aún se conserva una de ellas.
Ese ritual fue toda una fiesta para un puñado de amigos que se implicaron en tan increíble tarea.